El lago Tana, el más grande de Etiopía, está ubicado en la meseta norte de Amhara. La superficie lacustre constituye el principal embalse natural del Nilo Azul, que fluye desde el borde sureste del lago y discurre hacia el sur sobre un dique de lava hasta llegar a las cataratas Tisisat, para después seguir hacia el noroeste para unirse al Nilo Blanco y formar el Nilo. Unos 50 cursos fluviales desembocan en el lago Tana, de los cuales el más grande es el Pequeño Abbai (o Alto Nilo). En el lago hay una serie de pequeñas islas, y una gran cantidad de peces, que sirven de alimento a los habitantes de las escasas localidades situadas a lo largo de su orilla.
El llamado macizo o meseta Etíope cubre más de la mitad de la superficie total del país. Está dividido diagonalmente, desde el noreste hasta el suroeste, por el Gran Rift Valley. La altitud media de este macizo es de 1.680 m. Estas tierras altas están atravesadas por numerosos ríos y profundos valles en la zona septentrional, coronados por montañas, la más alta de las cuales es Ras Dashan (4.620 m).
El lago Tana, donde nace el Nilo Azul, también se encuentra en el área norte. Los bordes nororientales del macizo están definidos por pronunciados escarpes, que caen unos 1.220 m o más hacia la depresión de Danakil. Por el contrario, al oeste, los bordes del macizo Etíope descienden suavemente hacia las áreas desérticas de Sudán. En los extremos sureste y suroeste, las tierras pierden altitud hasta enlazar con el lago Turkana (o lago Rodolfo), en la vecina Kenia. La secesión de Eritrea en 1993 dejó a Etiopía sin salida al mar.
1.- CLIMA
El llamado macizo o meseta Etíope cubre más de la mitad de la superficie total del país. Está dividido diagonalmente, desde el noreste hasta el suroeste, por el Gran Rift Valley. La altitud media de este macizo es de 1.680 m. Estas tierras altas están atravesadas por numerosos ríos y profundos valles en la zona septentrional, coronados por montañas, la más alta de las cuales es Ras Dashan (4.620 m).
El lago Tana, donde nace el Nilo Azul, también se encuentra en el área norte. Los bordes nororientales del macizo están definidos por pronunciados escarpes, que caen unos 1.220 m o más hacia la depresión de Danakil. Por el contrario, al oeste, los bordes del macizo Etíope descienden suavemente hacia las áreas desérticas de Sudán. En los extremos sureste y suroeste, las tierras pierden altitud hasta enlazar con el lago Turkana (o lago Rodolfo), en la vecina Kenia. La secesión de Eritrea en 1993 dejó a Etiopía sin salida al mar.
1.- CLIMA
El clima de Etiopía varía, de acuerdo con la altitud. La zona tropical, por debajo de los 1.800 m, tiene una temperatura media anual aproximada de 27 °C y recibe menos de 510 mm anuales de lluvia. La zona subtropical, que incluye la mayor parte de la llanura elevada y se alza entre 1.830 y 2.440 m sobre el nivel del mar, tiene una temperatura media aproximada de 22 °C con unas precipitaciones anuales que van de 510 a 1.525 mm. Por encima de 2.400 m se encuentra una zona templada con temperaturas medias de alrededor de 16 °C y unas precipitaciones anuales entre 1.270 y 1.780 mm. La estación de las lluvias tiene lugar entre mediados de junio y septiembre, seguida por una estación seca que puede ser interrumpida en febrero o marzo por una corta estación de lluvias.
2.- RECURSOS NATURALES
2.- RECURSOS NATURALES
Los recursos de Etiopía son principalmente agrícolas. La meseta es fértil y todavía no está completamente desarrollada. La diversidad de suelos, clima y altitudes permite la obtención de una gran variedad de productos agrícolas. Hay también una gran variedad de depósitos minerales; los principales explotados comercialmente son hierro, cobre, cinc, plomo, potasio, oro y platino.
3.- FLORA Y FAUNA
Las praderas forman una zona ecológica entre los desiertos y los bosques templados e incluyen una amplia variedad de comunidades vegetales. Generalmente se desarrollan en el interior de los continentes y están compuestas por hierbas cespitosas y herbáceas perennes. La vegetación también refleja la gran variedad de las altitudes. Las áreas más bajas de la zona tropical están escasamente cubiertas con arbustos desérticos, espinosos, y hierbas crasas de la sabana. En los valles y gargantas, crecen exuberantes casi todas las formas de vegetación africanas. La zona templada es principalmente una pradera. Se puede encontrar vegetación afroalpina en las laderas más altas.
Las especies de animales salvajes más grandes de África se encuentran en la mayor parte del país. Éstas incluyen jirafas, leopardos, hipopótamos, leones, elefantes, antílopes y rinocerontes. Son comunes el lince, el chacal, la hiena, y varias especies de monos. Las aves rapaces incluyen águilas, halcones y buitres. Se encuentran abundantes garzas, loros y pájaros para caza como agachadizas, perdices, cercetas, palomas y avutardas. Entre la gran variedad de insectos están la langosta y la mosca tsetsé.
4.- SUELOS
Las especies de animales salvajes más grandes de África se encuentran en la mayor parte del país. Éstas incluyen jirafas, leopardos, hipopótamos, leones, elefantes, antílopes y rinocerontes. Son comunes el lince, el chacal, la hiena, y varias especies de monos. Las aves rapaces incluyen águilas, halcones y buitres. Se encuentran abundantes garzas, loros y pájaros para caza como agachadizas, perdices, cercetas, palomas y avutardas. Entre la gran variedad de insectos están la langosta y la mosca tsetsé.
4.- SUELOS
Las montañas de Etiopía están formadas por rocas cristalinas y metamórficas plegadas y fracturadas, coronadas por calizas sedimentarias y areniscas, y por gruesas capas de lava volcánica. Las lluvias torrenciales de la principal estación lluviosa tienen un gran poder erosivo, especialmente en áreas donde la vegetación natural ha desaparecido. Las lluvias lavan también los fértiles suelos de montaña, especialmente aquéllos sobre rocas cristalinas. Los suelos volcánicos son más difícilmente lavados y por tanto son más fértiles.
5.- TEMAS MEDIOAMBIENTALES
5.- TEMAS MEDIOAMBIENTALES
La población de Etiopía está creciendo con una tasa anual del 2,27% (2007), y el gobierno no ha podido desarrollar la infraestructura necesaria para admitir este aumento de población. Por ejemplo, sólo el 22% (2004) de la población tiene acceso a agua potable.
La erosión del suelo es un grave problema en Etiopía. La deforestación, el sobrepastoreo y una pobre gestión del suelo aceleraron la tasa de erosión durante las décadas de 1970 y 1980. Un porcentaje extremadamente alto, el 81% (2003), de la población activa de Etiopía trabaja en el sector agrícola, mayoritariamente con criterio de subsistencia. Muchos agricultores de la zona montañosa cultivan en las laderas, provocando que la capa superior del suelo se lave durante las inundaciones repentinas.
La presencia de mosquitos portadores de la malaria ha impedido que los agricultores desarrollen zonas de cultivo en las potencialmente más productivas llanuras. La deforestación y la desertización se han visto empeoradas por la vasta utilización de combustibles tradicionales como la leña, que representa el 95,88% del consumo de energía total (1997).
El gobierno de Etiopía comenzó a organizar programas de conservación en las áreas rurales durante la década de 1970, formando a los agricultores para combatir la erosión mediante la construcción de terrazas y la plantación de árboles. También ha cerrado algunas zonas de colina al desarrollo agrícola.
Cerca del 4,9% (2004) del territorio de Etiopía está oficialmente protegido, aunque su sistema de parques nacionales y reservas padece la caza furtiva y tala ilegal de árboles.
El país alberga 626 especies de aves y 255 de mamíferos; de las especies animales presentes, 93 están en peligro de extinción. Etiopía ha ratificado acuerdos internacionales orientados a la protección de la biodiversidad, especies en peligro de extinción y la capa de ozono. El país también ha firmado tratados sobre limitación de pruebas nucleares y armas químicas y biológicas. Etiopía forma parte del Convenio del Patrimonio de la Humanidad.
Fuentes:
Microsoft ® Encarta ® 2007. ©
La erosión del suelo es un grave problema en Etiopía. La deforestación, el sobrepastoreo y una pobre gestión del suelo aceleraron la tasa de erosión durante las décadas de 1970 y 1980. Un porcentaje extremadamente alto, el 81% (2003), de la población activa de Etiopía trabaja en el sector agrícola, mayoritariamente con criterio de subsistencia. Muchos agricultores de la zona montañosa cultivan en las laderas, provocando que la capa superior del suelo se lave durante las inundaciones repentinas.
La presencia de mosquitos portadores de la malaria ha impedido que los agricultores desarrollen zonas de cultivo en las potencialmente más productivas llanuras. La deforestación y la desertización se han visto empeoradas por la vasta utilización de combustibles tradicionales como la leña, que representa el 95,88% del consumo de energía total (1997).
El gobierno de Etiopía comenzó a organizar programas de conservación en las áreas rurales durante la década de 1970, formando a los agricultores para combatir la erosión mediante la construcción de terrazas y la plantación de árboles. También ha cerrado algunas zonas de colina al desarrollo agrícola.
Cerca del 4,9% (2004) del territorio de Etiopía está oficialmente protegido, aunque su sistema de parques nacionales y reservas padece la caza furtiva y tala ilegal de árboles.
El país alberga 626 especies de aves y 255 de mamíferos; de las especies animales presentes, 93 están en peligro de extinción. Etiopía ha ratificado acuerdos internacionales orientados a la protección de la biodiversidad, especies en peligro de extinción y la capa de ozono. El país también ha firmado tratados sobre limitación de pruebas nucleares y armas químicas y biológicas. Etiopía forma parte del Convenio del Patrimonio de la Humanidad.
Fuentes:
Microsoft ® Encarta ® 2007. ©